martes, octubre 30, 2007

UNA MONEDA AL AIRE

CRUZ

“La cultura no nos protege de nada. Los nazis son la prueba”

Jonathan Littell. EL PAIS, 28/10/2007

CARA

“Nuestro primer objetivo no es crear músicos profesionales, sino salvar a los niños”.

Javier Moreno, miembro ejecutivo de la Fundación del Estado para el Sistema de Orquesta Juvenil e Infantil de Venezuela (FESNOJIV) .

"TOCAR Y LUCHAR"

domingo, octubre 28, 2007

"LIBERA ME"


Hay obras cuyo éxito se mide través del silencio que separa a la última nota del primer aplauso: cuanto mayor es el silencio, más mayúsculo se escribe el triunfo. El silencio como una cámara de descompresión, o acaso como una ruta que el público utiliza para regresar al presente desde esa dimensión atemporal hacia donde le ha transportado la música.

El caso es que ayer el implorante libera me que epiloga el Réquiem de Verdi, que los Sinfónicos del Vallès interpretamos en el Palau de la Música de Barcelona, se tranfiguró de inmediato en el prólogo de una sinfonía de aplausos coloreados con bravos intermitentes. No hubo descompresión; y es que nadie usó el silencio como camino de regreso al mundo porque nadie se había ido. De hecho, nunca había visto tanta gente feliz y risueña después de escuchar un final tan desesperado, circunstancia sólo justificable por el renombre de las voces solistas que lo habían traducido, una delantera de "Champions": Stefano Palatchi, Aquiles Machado, Verónica Villarroel y Nancy Fabiola Herrera. El público agradeció lo único resaltable de una dirección sin matices, sin alma: la belleza del canto. Triunfamos, en fin, en el fracaso.

Si alguien que se partió ayer las manos en el Palau aplaudiendo esa belleza superficial cree que he enloquecido, sólo tiene que pulsar este enlace para entender lo que esta torpe prosa intenta transmitir. Allí se encontrará con un pálido y demacrado Claudio Abbado dirigiendo en 2001 los últimos estertores del Réquiem de Verdi. Por aquel entonces la supervivencia del director italiano, carcomido por un cáncer de estómago, pendía de un hilo.

De ese fragmento, imprescindible para todos los amantes de la vida, lo más revelador es el silencio que abraza la conclusión de la música, cuando Abbado permanece inmóvil, con los brazos suspendidos en el aire, momentos después de que el coro le haya susurrado al oído un sobrecogedor “libera me, Domine, de morte aeterna”. En ese instante yo descubrí que Verdi no había compuesto un Réquiem para resaltar la belleza de unas voces, ni siquiera para solemnizar la muerte, sino para celebrar la vida. ¡Viva!

viernes, octubre 26, 2007

ETERNIDAD

Ayer, durante el ensayo general del Réquiem de Verdi, alguien me preguntó cuánto duraba la obra. Como me aburría de manera soberana, respondí: “Una eternidad, de ahí el nombre.” Los dos nos reímos de mi ocurrrencia hasta que el director expresó el pensamiento más profundo que le hemos oído a lo largo de los ensayos: “Aquella nota tiene que sonar más corta.“ Lo dicho, una eternidad. R.I.P.


martes, octubre 23, 2007

LA FUGA DE LA CREATIVIDAD

“La musicología, esa hija bastarda de la música y la ciencia, que está al servicio de nuestra pasión por la “autenticidad” en la ejecución, una pasión que refleja nuestra falta de confianza en nuestra propia creatividad. Una pasión creativa que esté verdaderamente segura de sí misma toma las grandes obras del pasado para rehacerlas constantemente, renovando así el acto de la creación a lo largo de las generaciones, de la misma manera que el siglo XVII reelaboró las obras de Shakespeare, tal como Stokowsky trabajó sobre las piezas para órgano de Bach, para adecuarlas a su sensibilidad. Es probable que estas reelaboraciones, por más desabridas que puedan parecerle a nuestra generación, sean más fieles al espíritu creativo que nuestros intentos, basados en cuidadosas investigaciones, de recuperar el texto originario de una primera audición.

Bien puede ser que la generación siguiente se mofe de la disposición musicológica actual, considerándola una pedante restricción de la creatividad, y crea –con toda la razón- que es posible, e incluso necesario, acercarse directamente a las obras del pasado sin la intervención de musicólogos.”

Christopher Small

Stokowsky. Tocata y Fuga, Bach

martes, octubre 02, 2007

ARAÑAZO

Un "gentleman" debería saber que una mujer con esas uñas tan largas no toca el violín, sólo lo araña. Mentirosa.



Via El café de Ocata